El euro perdió terreno frente al dólar en la primera jornada bursátil de 2025 tras las declaraciones de los responsables del Banco Central Europeo. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, afirmó que el objetivo de inflación del 2% del Banco Central Europeo está cerca. «En 2024 hemos hecho progresos significativos en la reducción de la inflación, y esperemos que 2025 sea el año en que alcancemos el objetivo, como se esperaba y como estaba previsto en nuestra estrategia», dijo la responsable política. «Por supuesto, continuaremos nuestros esfuerzos para garantizar que la inflación se estabilice de forma sostenible en el objetivo a medio plazo del 2%».

Esto indica que el regulador no abandonará los planes de una mayor flexibilización monetaria en un futuro próximo, lo que debilita definitivamente la posición del dólar frente al euro. Ante la continuación de la flexibilización de la política monetaria, los inversores empiezan a reevaluar sus posiciones. Las expectativas de tasas de interés más bajas podrían ejercer aún más presión sobre el euro, ya que las tasas más bajas hacen que los activos denominados en euros sean menos atractivos para el capital extranjero. La situación también podría verse agravada por un descenso más rápido de las expectativas de inflación en la eurozona, como mencionó Lagarde durante el discurso.

El crecimiento de los precios al consumo en la eurozona se ha ralentizado en el último año y cayó por debajo del objetivo del BCE en septiembre, aunque ha vuelto a repuntar en los últimos meses y Lagarde advirtió de que rondaría los niveles actuales a corto plazo. No obstante, la ralentización ha permitido a los responsables políticos recortar las tasas de interés en cuatro cuartos de punto porcentual, y los economistas prevén cuatro recortes más antes de junio.

Al describir las expectativas del BCE para 2025 como una agenda amplia y apretada, Lagarde también destacó una revisión de la estrategia de política monetaria del banco central, el euro digital y un rediseño de los billetes de la eurozona, aunque este último proyecto no se finalizará este año.

Por otra parte, se ha informado de que los funcionarios de la Unión Europea tienen previsto presentar el mes que viene las principales disposiciones de un plan para que el bloque sea más competitivo frente a Estados Unidos y China, en el marco de un ambicioso programa de reforma del sector de las tecnologías limpias.

Sin embargo, el plan no ha gozado últimamente de gran popularidad entre los inversores, ya que todo se traduciría en un aumento de los costes. La Comisión Europea quiere presentar la iniciativa denominada Pacto por la Competitividad el 15 de enero. En ella se detallarán las propuestas sobre cómo la región de los 27 puede mejorar su seguridad y reducir las dependencias. En la siguiente fase, la Comisión tratará de dar a conocer un plan más detallado para mantener la competitividad de sus industrias mientras hace campaña para lograr la neutralidad climática a mediados de siglo.

La Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que sigue al frente del ejecutivo de la UE para un segundo mandato, dijo que la iniciativa se centraría en apoyar y crear las condiciones adecuadas para que las empresas cumplan los objetivos ecológicos del bloque. Incluirá medidas para simplificar las normas, incentivar la inversión y garantizar el acceso a suministros baratos, sostenibles y seguros de energía y materias primas. Dados los retos a los que se ha enfrentado la eurozona en los últimos años, en particular el acceso a energía barata, apostar por la ecología y apoyar una serie de iniciativas no parece tan mala idea. Pero nadie sabe cuánto tiempo llevará y cuánto dinero se necesitará.

Reforzar las industrias de la UE durante la transición ecológica se ha convertido en uno de los puntos principales de la agenda política europea tras una reacción negativa alimentada en parte por la crisis energética sin precedentes que llevó los precios de la electricidad y el gas a máximos históricos hace dos años. La Comisión tiene previsto proponer un ambicioso objetivo provisional para acelerar la reducción de emisiones hasta el 90% en 2040 respecto a los niveles de 1990, frente al objetivo del 55% para finales de esta década.

A corto plazo, esto no añade confianza a los compradores del euro, lo que provoca una reacción negativa a este tipo de noticias en el mercado de divisas.

En cuanto al panorama técnico actual del par EUR/USD, los compradores deben pensar ahora en tomar el nivel de 1,0300. Sólo esto permitirá apuntar a la prueba de 1,0335. Desde allí es posible subir a 1,0370, pero será bastante problemático hacerlo sin el apoyo de los grandes jugadores. El objetivo más lejano será el máximo de 1,0410. En caso de que el instrumento de comercio disminuya sólo alrededor de 1,0260, espero alguna acción seria de los grandes compradores. Si no hay nadie, sería bueno esperar una actualización del mínimo de 1,0220 o abrir posiciones largas desde 1,0180.